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El declive de la libertad

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

Recientemente se publicó el informe anual Freedom in the world 2019, sobre el estado de los derechos políticos y las garantías individuales. Éste realiza una medición del estado de la libertad en 195 países y 14 territorios del mundo. Para ello utiliza como referencia varios elementos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El estudio parte de la premisa de que los estándares aplican globalmente a todos los países y territorios, independientemente de su ubicación geográfica, composición étnica o nivel de desarrollo económico.

Freedom House mide los grados de libertad a nivel individual y no a nivel de gobiernos o función gubernamental, al considerar que los derechos políticos y las libertades civiles pueden ser afectados tanto por actores estatales como por factores de poder privados.

En el 2018, según el informe, hubo un retroceso en la vigencia de los derechos políticos y las libertades civiles de los individuos en 68 países, mientras que sólo en 50 naciones hubo avances.

Suecia lidera el índice en términos de libertad, mientras que Siria está en la posición más baja. En términos de población a nivel mundial, el informe estima que un 44% de los habitantes del mundo vive en libertad, un 30% es parcialmente libre y un 26% no goza de derechos políticos y libertades civiles.

En las Américas, si bien la gran mayoría de las naciones son clasificadas como libres en el índice de medición, nueve países están en la categoría de parcialmente libres y tres son considerados sin libertad. Freedom House estima que el 66% de la población de la región es libre, un 26% es parcialmente libre y un 8% no goza de sus derechos políticos y libertades civiles.

Las mediciones indican un retroceso de la libertad en el mundo por trece años consecutivos. El retroceso se registra a nivel global y en distintos tipos de regímenes, sin excepción alguna. Si bien los avances de las últimas décadas aún sobrepasan a los retrocesos, las tendencias a la baja son consistentes.

Entre los principales hallazgos destaca el carácter generalizado del declive de la libertad en el mundo. Afecta a todos los continentes y a una diversidad de países. También afecta a naciones con distintos niveles de consolidación de sus regímenes democráticos y, por contradictorio que pudiese parecer, hasta a regímenes autoritarios.

Otros de los principales hallazgos del informe es que, en la víspera del treinta aniversario de la caída del Muro de Berlín y, en el caso de las Américas, al cumplirse tres décadas de la ola democrática, los avances registrados en países post-guerra fría no fueron sostenibles a lo largo del tiempo en muchos casos.

Lo anterior es particularmente evidente en países con instituciones democráticas débiles o cuyos sistemas políticos presentan graves retrocesos en materia del Estado de derecho. Para muestra, el doloroso botón de Venezuela.

Quizá el hallazgo más destacado es el hecho de que las democracias consolidadas también pueden sufrir retrocesos, especialmente ante la enorme crisis de confianza en los sistemas políticos.

La “erosión democrática” en los países “libres” se observa aún más en democracias consolidadas, donde el divorcio entre las élites políticas y la población se ha acentuado durante la última década.

BALANCE

Los datos del informe ratifican no sólo la existencia de una clara erosión de los estándares democráticos en materia de derechos políticos y libertades civiles en el mundo, sino también evidencian cómo la crisis de confianza en las democracias establecidas se ha intensificado en los últimos años.

La promoción, la defensa y el fortalecimiento de la democracia requieren acciones concretas para encaminar su funcionamiento, para hacer tangible la vigencia de un sistema democrático que resguarde los derechos políticos y libertades civiles de sus ciudadanos y que, en última instancia, pueda entregar resultados concretos a la vida cotidiana de la gente.

A pesar de que internet nos ha permitido expresarnos con mayor amplitud, esto no ha significado que nuestros derechos civiles se expandan. Mucha denuncia, mucho ruido, pero pocos resultados.

                *Los puntos de vista son a título personal.
                No representan la posición de la OEA

 

Secretario para el Fortalecimiento de la Democracia, OEA*

Twitter: @pacoguerrero65

 

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