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Coronavirus: nuevo paradigma social

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

De manera implacable, la pandemia continúa expandiéndose a todos los rincones del planeta. Más de 690 mil fallecidos colocan al coronavirus como el mayor desafío que la humanidad ha experimentado en los últimos cien años.

Las secuelas del covid-19 han impactado dramáticamente la vida comunitaria. 2020 será recordado como el año en el que nuestra convivencia dio un vuelco inesperado hacia nuevas normas, como la “distancia social” y el uso de cubrebocas, para nuestras actividades cotidianas. El contagio nos impuso un nuevo paradigma que modificará nuestras conductas del pasado.

Las restricciones a la movilidad y la concentración de multitudes, así como los intercambios que implican contacto físico, van delineando un nuevo modelo de actuación pública que modifica, desde sus cimientos, las premisas logísticas tradicionales sobre las que se sostenían las campañas políticas y la realización de elecciones.

Concentraciones masivas, visitas de candidatos a domicilio, saludos de mano buscando el voto, capacitaciones técnicas a funcionarios de mesa y muchas otras actividades adyacentes a las elecciones tendrán que modificarse sustancialmente para enfrentar los desafíos que implican las nuevas normas sanitarias.

Previo a la irrupción de la pandemia, la democracia representativa ya se encontraba en un contexto de polarización extrema, acompañada de preocupantes niveles de intolerancia y tribalizacion política. Las redes sociales ya se habían inundado de desinformación y noticias falsas, así como de discursos simplistas que prometían soluciones rápidas y sencillas a complejas y arraigadas problemáticas.

Hoy nos encontramos en un momento inédito de emergencia sanitaria que ha precipitado una crisis económica con precedentes que se remontan a 1929. En una circunstancia tan desfavorable, es urgente comprender que la capacidad de adaptación al nuevo paradigma de convivencia social es el primer paso para preservar los valores esenciales de nuestro modelo democrático.

La pandemia ha desnudado las carencias estructurales de nuestros sistemas de salud y la desigualdad atávica en la distribución del ingreso. Aún falta mucho en el combate a la pobreza imperante y a la reducción de la brecha entre ricos y pobres.

Como lo afirma Winnie Byanyima, exdirectora de Oxfam Internacional y actual directora de ONUSIDA, la democracia no puede estar limitada sólo a la realización de elecciones y al ejercicio de los derechos civiles y políticos. Igualmente importante es la calidad de la representación, el desarrollo de campañas políticas más profundas y ejercicios de debate y propuestas más focalizados a resolver los problemas derivados de la pandemia.

En nuestra región, la realización de elecciones en el futuro será la mejor garantía de cohesión social para enfrentar, democráticamente, desafíos económicos monumentales, como la caída del -9.1 del PIB para América Latina en 2020 y el aumento del desempleo, que según proyecciones de la Cepal, llegará al 13.5%.

 

 

balance

La calidad de las campañas electorales de los años por venir deberá mejorar sustantivamente para enfrentar la compleja discusión presupuestaria que se avecina para 2021 y los años subsiguientes. Las políticas de recuperación que se diseñen hoy serán la pauta para el futuro económico y social de la próxima década.

Habrá que debatir estrictas políticas de asignación presupuestaria que permitan invertir en el sector de la salud; recuperar y proteger el empleo; reorientar el gasto público para apoyar a la población más sensible y proporcionar la inversión necesaria para lograr una transición a una economía más sostenible.

El nuevo paradigma de convivencia social que nos ha impuesto la pandemia es una buena oportunidad para repensar la manera en que desarrollamos las campañas electorales. Los retos del futuro son tan complejos que merecerán de un juicioso proceso de selección de partidos y candidatos. Aprovechemos este momento de crisis para transformarlo en una oportunidad para elegir mejores gobernantes.

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