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Migración hondureña

Fabiola Guarneros Saavedra

Fabiola Guarneros Saavedra

Mensaje directo

¿Por qué emigran los hondureños? Por la violencia, porque el crimen organizado se instaló y está dominando el territorio, porque las extorsiones son impagables, por la pobreza, por la falta de empleo y por la impunidad.

Datos de la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), a finales de 2017 en Honduras, indican que la cantidad de personas en situación de pobreza es de 68 por ciento y, de ese porcentaje, 40 por ciento vive en extrema pobreza.

En zonas rurales, aproximadamente uno de cada cinco hondureños vive en pobreza extrema (menos de dos dólares al día).

Además, ese país enfrenta los niveles más altos de inseguridad y violencia, pues tiene una de las tasas más altas en el mundo: 43.6 asesinatos por cada 100,000 habitantes en 2017, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) encontró que la situación de violencia y la impunidad continúa siendo alarmantes. Durante su visita a Honduras, los comisionados recibieron testimonios sobre hechos relacionados con homicidios, desapariciones, secuestros, torturas en las detenciones, hallazgo de un cementerio clandestino, desalojos violentos, así como amenazas a los líderes y defensores de derechos humanos.

Parte del clima generalizado de violencia es atribuido a la presencia de maras y al control que ejercen sobre determinados barrios y zonas. La CIDH documenta que los jóvenes son hostigados y reciben amenazas para integrarse a sus pandillas.

En el informe de la Comisión también hay datos sobre la situación de vulnerabilidad en la que viven las mujeres: “Cada 17 horas, una mujer pierde la vida de forma violenta; 70% de los asesinatos fue con armas de fuego; 75% de los agresores eran esposos, novios, exparejas u otras personas conocidas; 95% de los delitos queda impune…”.

Los menores de edad también son acechados por el crimen. Según el informe del Observatorio de los Derechos de los Niños, Niñas y Jóvenes en Honduras, ha habido un incremento en el número de víctimas, cuyos cuerpos son encontrados con señales de tortura previa, dentro de sacos o bolsas plásticas, amarrados con sogas o envueltos en sábanas. Algunas de las víctimas son estranguladas hasta la muerte.

Así que la pobreza, la impunidad y el impacto de la violencia llevaron a más de cuatro mil hondureños a huir de su país. Quieren llegar a Estados Unidos, pero el refugio ya fue negado por el presidente Donald Trump.

La caravana de hondureños intentó el pasado viernes entrar a toda costa a nuestro país. Están desesperados, buscan una mejor calidad de vida, vivir en paz. Y también son víctimas de polleros, de líderes que les cobran para llevarlos a EU. Pero, ¿encontrarán condiciones de bienestar aquí en México o en Estados Unidos?

¿Qué hará el gobierno de México? ¿Cómo va a contener a los miles de hondureños que están decididos a cruzar por nuestro territorio hasta llegar a EU? ¿Qué pasará con los migrantes que decidan quedarse aquí y presenten su solicitud formal?¿Cuántos sí podemos refugiar? ¿Cuál es la estrategia para evitar que los que decidan seguir su camino hacia Estados Unidos sean víctimas también del crimen organizado que opera en México y que los secuestra o extorsiona?

El gobierno mexicano tiene ahora que resolver esta crisis humanitaria y diplomática respetando los derechos humanos de los hondureños, velando por la seguridad de los niños, ancianos, mujeres y, al mismo tiempo, cuidando la relación que ha tejido con el Presidente de Estados Unidos, quien vigila cada movimiento de la autoridad mexicana y alista su ejército en la frontera sur con nuestro país. Qué complicado.

                Twitter: @Fabiguarneros

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