Logo de Excélsior                                                        

Pequeña lista para Gertz Manero

Cecilia Soto

Cecilia Soto

                Mis condolencias más sentidas a quienes perdieron o

                vieron lastimados a sus seres queridos en la tragedia de Tlahuelilpan.

1.- La PGR como instrumento presidencial para el descarrilamiento de la campaña de Ricardo Anaya, candidato presidencial de Por México al Frente. El nuevo fiscal podrá demostrar su autonomía porque de investigar lo que a todas luces parece una desviación de poder, enfrentará la oposición del actual presidente de la República, quien ha exonerado de antemano a quien dio las órdenes para fabricar delitos inexistentes: Enrique Peña Nieto. El presidente López Obrador declaró con motivo de la designación de usted como Fiscal General, que “no habrá recomendaciones para utilizar la Fiscalía en contra de adversarios”, pero en su discurso de aceptación del triunfo el 1º de julio y en el de toma de posesión, elogió al expresidente Peña Nieto por “no haber intervenido en la campaña electoral”, dando su aprobación implícita a la campaña negra contra el candidato frentista.

Le invito a trabajar sobre dos hipótesis: 1) El presidente Peña Nieto ordenó a la PGR enlodar la reputación de Ricardo Anaya, con el fin de beneficiar a su candidato, José Antonio Meade. 2) A mitad de campaña, ante la imposibilidad de levantar la campaña del PRI, el presidente Peña Nieto ordenó fabricar nuevas acusaciones contra Ricardo Anaya a fin de beneficiar al candidato López Obrador. Todas las campañas dejan huellas: investigue pauta publicitaria, llamadas, reuniones, récords en celulares, etcétera.

No concuerdo con la percepción del presidente López Obrador de que los delitos electorales merezcan prisión preventiva automática porque en general no concuerdo con el sesgo militarista y autoritario de su gobierno. Pero estoy convencida de que una investigación meticulosa y rigurosa sobre la interferencia de la Presidencia de la República en las pasadas elecciones, merecería pena corporal para el expresidente y varios de sus colaboradores, incluyendo al exencargado del despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán. Tiene usted la oportunidad de investigar un caso que parece llenar el perfil de una desviación de poder.

2.- Odebrecht. La investigación sobre Odebrecht tiene por lo menos dos vertientes: financiamiento ilegal de la campaña de Enrique Peña Nieto, en 2012, vía las donaciones que recibiera Emilio Lozoya, de 10.4 millones de dólares, en su calidad de coordinador internacional de la campaña priista y a cambio de asegurar contratos. Los testimonios y documentos probatorios de este caso y de nuevas denuncias interpuestas por Pemex, la segunda vertiente, que por lo menos duplican el monto reconocido del caso Odebrecht en México, dependen de que la ahora Fiscalía General acepte firmar un compromiso con la fiscalía brasileña de que los testigos brasileños que están siendo juzgados allá no serán juzgados aquí. Así fue como Perú logró grandes avances en esta investigación. Y Argentina, hasta hace poco renuente a un acuerdo así, aceptó firmarlo. Atrévase.

3) El caso Chihuahua, la extradición del gobernador César Duarte y las investigaciones de la Estafa Maestra. Aunque la elección pasada hizo polvo al PRI, es importante reconocer que el caso Chihuahua evidenció un modus operandi de financiamiento ilegal de campañas que puede ser usado por otros partidos y más cuando vemos signos que apuntan a la consolidación de nuevo partido de Estado. El modus operandi, replicado en la Estafa Maestra  implica la creación de empresas fantasmas, desviación de recursos públicos a éstas y su posterior canalización a las campañas partidarias y/o enriquecimiento personal de funcionarios. La antigua PGR ha interferido constantemente para impedir que se juzgue en tribunales chihuahuenses a Alejandro Gutiérrez y Gutiérrez, exsecretario general adjunto del PRI, uno de los operadores de este esquema. Que cese esa interferencia y que la nueva Fiscalía contribuya a la pronta extradición de César Duarte.

En suma, fiscal Gertz Manero: tiene usted la oportunidad de recuperar la confianza de una parte de la sociedad que luchó incansablemente por “una fiscalía que sirva” y percibe que se le ha dado gato por liebre.

Sea usted el Robert Mueller de México, no porque sean comparables el presidente Trump y el presidente López Obrador, no lo son, sino por la competencia, profundidad, rigor, fortaleza ante las presiones, minuciosidad y compromiso con la verdad con la que el fiscal especial conduce las delicadas investigaciones. No sea usted parte del pacto de impunidad que rechazamos la mayoría de los mexicanos.

Nos vemos en Twitter: @ceciliasotog y fb.com/ceciliasotomx

Comparte en Redes Sociales