Política educativa en América Latina: reformas, resistencia y persistencia

El origen del libro se remonta a 2017. En la conferencia anual de la Comparative and International Education Society, en Atlanta, convoqué a varios colegas a organizar dos sesiones en el congreso del año siguiente, en marzo, en la Ciudad de México. Luego amplié la invitación a más investigadores que no pudieron asistir.

En esta conferencia presentamos ocho ponencias que luego discutimos en un seminario en la maestría del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe, donde era investigador visitante, en el sabático que me concedió mi Universidad Autónoma Metropolitana.

Allí redondeamos los ensayos y nos beneficiamos de la crítica —y de veras que criticaron— de estudiantes y profesores de la maestría que comandaba Sergio Cárdenas. En los meses siguientes edité, traduje dos ensayos al inglés y homogeneicé el estilo de citas.

Hoy, sólo 13 meses después, tenemos la versión en español. El director general de Siglo XXI, Jaime Labastida, me solicitó que actualizará mi ensayo sobre la reforma educativa mexicana, para atisbar lo que anunciaba el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Reproduzco el desenlace; lo titulé Posdata:

Al final de una antología como ésta, es difícil que el compilador pueda resistir la tentación de agregar una reflexión final o de resumir lo que los autores dijeron o de deducir conclusiones lógicas. No me escapé a tal tentación. Aun así, estoy convencido de que cada par de ojos ve cosas distintas en el mismo texto, que cada cabeza interpreta diferentes significados de las mismas palabras escritas. Eso es derecho del lector.

Lo que puedo decir es que, al final, creo que hemos cumplido con lo que propusimos al comienzo de la Conferencia de CIES en la Ciudad de México: reunir una colección de ensayos que brinden una visión general de lo que sucede en política educativa, estrategias y prácticas en la región latinoamericana. Lo que encontramos fue una pluralidad de iniciativas para la reforma educativa que, si bien comparten ciertas características globales comunes, muestran con bastante mayor fuerza cómo las particularidades de cada país determinan qué se desarrolla, qué cambia y qué persiste. La persistencia de prácticas arraigadas se debe en principio a la resistencia creada por las tradiciones de larga data, así como a los diversos grupos de interés, en especial los líderes de los sindicatos de docentes.

La dialéctica entre lo local y lo global está en juego en cada instancia. Aun así, los análisis de los casos respetan los contextos nacionales y las tradiciones locales. Cada autor o pareja de autores eligió la perspectiva teórica para el examen de las circunstancias de su país o el método de comparación en el caso de los sindicatos de docentes. Acordamos trabajar de manera colectiva, pero no pensar igual.

Ofrecemos a los lectores un compendio de estudios sobre reformas educativas: los diferentes métodos que usan los reformadores para convencer a otros actores a participar, los tipos de oposición de diferentes grupos sociales y la resistencia de las prácticas que constituyen los sistemas educativos de América Latina.

Sólo deseo que cada lector extraiga sus conclusiones y observe que, aunque no es habitual, podemos beneficiarnos al ver el mundo del sur hacia el norte.