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Nacional

Enfrentan duelo y denostación; familiares de desaparecidos en Guanajuato

Gente que recurre a las autoridades para saber sobre el paradero de sus deudos acusa burlas ante su desesperación

ANDRÉS GUARDIOLA/ Corresponsal | 09-01-2020
Enfrentan duelo y denostación; familiares de desaparecidos en Guanajuato
Parientes de personas desaparecidas en Guanajuato muestran retratos de sus familiares y piden ayuda para localizarlos. En el seguimiento a las carpetas de investigación afirman haber sufrido malos tratos en la Fiscalía General del Estado.

IRAPUATO.

En el caso de los más de dos mil 100 desaparecidos en Guanajuato, la Fiscalía General del Estado (FGE) no soló ha sido ineficaz en la localización de las personas, sino que el trato personal que ha dado a los familiares de las víctimas ha sido altivo y hasta de burla, afirman afectados.

El pasado 9 de diciembre, en medio de un dispositivo de seguridad, Claudia Elizabeth Mota Álvarez, fiscal regional B, se reunió con familiares de desaparecidos, quienes le solicitaron información sobre la fosa con restos humanos encontrada dos días antes en Irapuato.

De acuerdo con los familiares de las víctimas, la funcionaria se burló de ellos y negó que existiera tal hallazgo, cuando sí fue confirmado por su mismo jefe, el fiscal Carlos Zamarripa Aguirre.

“¿Cómo puede gente como ésta —Claudia Elizabeth Mota Álvarez— tratar con la ciudadanía y carecer tanto de profesionalismo como de sensibilidad?”, cuestionó Martha, madre de una de las víctimas.

José Gutiérrez Cruz, representante del colectivo A Tu Encuentro, denunció que hay casos de familiares de desaparecidos que han recibido llamadas de amenaza para que dejen de buscarlos tras haber acudido a las oficinas de la FGE. Y ante eso, es imposible no pensar en complicidad de las autoridades.

No criminalizarás: El nuevo mandamiento

La Iglesia católica en Guanajuato llamó a no criminalizar ni a las víctimas de desaparición forzada ni a sus familiares.

De esta forma, el obispo de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, pidió a los familiares de las víctimas de desaparición forzada o de asesinato recordarlos con amor.

El prelado añadió que quienes han perdido a un ser querido no deben escuchar aquellos señalamientos que los criminalizan, ya sea a través de medios de comunicación o redes sociales, y ya sea de cualquier civil o de una autoridad, tal como ha ocurrido con los presidentes municipales de algunos municipios.

“Les decía a las familias, recuerden a su ser querido, no con el insulto ni la agresión que a veces hacen en redes sociales, sino como ustedes lo vivieron como miembros de familia”, indicó.

Y es que Enrique Díaz se ha reunido con familiares de desaparecidos y de personas que han sido asesinadas, sin importar en qué condiciones.

“A algunos les han prohibido la misa, por ejemplo, de funeral”, lamentó el obispo.

“Hay cercanía, vamos y hacemos una oración, estamos un momento con ellos, aunque públicamente no se pueda hacer, pero siempre está esa cercanía, decirles que tenemos que seguir adelante, que el señor Jesús siempre está con los que sufren”, agregó.

Sólo iba al mandado

El 6 de diciembre de 2016, Jorge Armando Zavala desapareció, con 23 años de edad. Trabajaba como vigilante para una empresa del sector automotriz en Silao.

Desapareció en la colonia Apatzingán alrededor de las 10:00 de la mañana. Según su hermana, salió a hacer unos mandados y no volvió.

La familia pensó que se había regresado a Silao, ya que la empresa le daba albergue en un espacio para los vigilantes y veladores. Incluso su ropa y su dinero seguían ahí. El muchacho no volvió a presentarse a trabajar. Las autoridades no han logrado dar con su paradero.

Una cita sin regreso

Marco Antonio Montoya Juárez desapareció el 18 de marzo de 2017, a los 40 años de edad, en el boulevard Adolfo López Mateos, Celaya.

Desde entonces, su hermana lo busca. Sus datos indican que salió de la casa de sus padres para caminar hasta esa vialidad y encontrarse con un elemento de la Policía Federal llamado Eduardo Rodríguez Bustos, apodado El Conta y avecindado en Irapuato.

“No volvimos a saber de él. A mi mamá se le hizo raro que no regresara y le comenzamos a llamar, pero su teléfono siempre apareció apagado. La Fiscalía de Guanajuato soló nos tuvo dando vueltas. Nunca nos informó que la carpeta de investigación fue atraída por la Fiscalía General de la República al tratarse del secuestro de un policía federal”.

La desaparición de Marco Antonio dejó desamparadas a tres hijas y a su esposa.

“A las niñas les hacen burla, sus compañeros en la escuela les dicen que su padre desapareció por andar en algo malo. Luego nos empezaron a decir que mi hermano tenía una relación amorosa gay con el policía federal, y que huyeron juntos”, lamentó.

Marco Antonio, que fungía como jefe de mantenimiento de un Walmart, fue dado de baja porque no volvió a laborar, y no hay ningún tipo de ayuda para sus hijas.

“Mi hermano estaba pagando una casa de Infonavit y eso está detenido. No hay un seguimiento legal o administrativo para poder terminar de pagar la casa a favor de mis sobrinas”, lamentó.

Policías se lo llevaron

Juan Carlos Medina Serrano desapareció a los 32 años de edad, secuestrado de su propia casa en la colonia Los Presidentes, de la ciudad de Irapuato el 3 de diciembre de 2019.

“Era ya de noche. Mi hermano dormía con su esposa y de repente tocaron a su puerta. Gritaban que abriera, que eran policías ministeriales y tumbaron la puerta con marros. Según mi cuñada, eran unas 20 personas las que fueron por él. Mientras se lo llevaban la amenazaron diciéndole que ni volteara a verlos, que porque eran ministeriales y que ahorita lo regresaban”, acusó la familiar del desaparecido.

Juan Carlos vendía elotes en la calle para mantener a su familia, dos hijas y un niño de siete años de edad con discapacidad.

Rescate infructuoso

Kevin Damián Martínez Barrón, de 17 años, fue secuestrado junto con la pareja de su madre, Juan Rodríguez Calcanas, de 43, el 1 de junio de 2019 en el fraccionamiento Los Reyes, en la calle Rey Carlos V.

Hombres armados a bordo de dos camionetas arribaron al lugar y se los llevaron.

“Ellos estaban saliendo de la casa porque iban a ir por mí, porque el carro se me quedó sin gasolina. Al salir los abordaron con violencia y se los llevaron”, destacó la madre de familia que interpuso la denuncia ante el Ministerio Público, que afirma, nunca hizo nada por recuperar a sus familiares.

Los plagiarios le enviaron fotos desde un número desconocido, para pedirle un rescate de un millón de pesos. Vendió su caso, vehículos y muebles para pagar, primero, 400 mil pesos, luego 250 mil y finalmente 350 mil pesos. Pese al pago, siguen desaparecidos.

Víctima de plagiarios

Damián de Jesús Almanza, de 36 años, desapareció, según su esposa, el pasado 1 de junio de 2019. Su caso estaría relacionado con la desaparición de un adolescente y su padrastro, ya que aparentemente fue secuestrado por los mismos hombres armados el mismo día. Los hechos ocurrieron en la colonia Lucio Cabañas.

La mujer relató que, tanto ella como su marido, iban en el coche esa noche cuando súbitamente dos camionetas le cerraron el paso, hombres armados descendieron y, apuntándole con armas largas, lo bajaron y se lo llevaron, ante el terror de su hijo y sus sobrinos de 10, 14, cuatro y siete años de edad.

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