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Gas Natural Fenosa ¡Otra vez!

Anabella Pezet | 11:26
https://cdn2.excelsior.com.mx/media/pictures/2016/06/07/caldero-politico-ok.jpg Anabella Pezet

En junio de 2016 escribí un artículo en este Caldero Político, lo titulé Gas Natural, una Bomba de Tiempo. Desde entonces, he recibido una serie de mensajes a través de mi cuenta de Twitter y Facebook, de varios vecinos de la Ciudad de México, preocupados por las instalaciones que la empresa Gas Natural Fenosa realizan afuera de sus casas.

En resumidas cuentas, en dicho artículo describí cómo la empresa española Gas Natural Fenosa tiene todo un entramado legal para que, en caso de una explosión, no se hagan responsables del tema.

En 2015, desgraciadamente, hubo una explosión de unas casas en Coyoacán, donde la madre de un buen amigo mío, terminó perdiendo la vida. Mi amigo es un reconocido abogado penalista, quien tuvo que demandar a las diversas empresas que utiliza Gas Natural Fenosa en México para que se hicieran responsables de la tragedia. Después de casi dos años que duró el juicio, y después de vivir cosas inauditas, finalmente el juez obligó a la empresa a “reparar el daño”.

Pues bien, la semana pasada, recibí un nuevo mensaje de uno de mis vecinos, Diego “N”, de la Delegación Miguel Hidalgo, de la colonia Argentina, diciéndome que los de Fenosa han estado rompiendo sus calles, sin su autorización. Me comentaba que había leído el artículo que yo publiqué sobre el tema, que se los había mencionado a los de Fenosa, y que éstos habían dicho que todo lo que yo había publicado era ¡Una mentira!. El vecino me invitaba a una reunión que se llevaría a cabo con la delegada Xóchitl Gálvez, con los de la empresa española, y con diversos vecinos convocados.

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De inmediato tomé el teléfono y le llamé a Bernardino “N”, mi amigo que sufrió la tragedia de la explosión y que perdió a su madre, a causa de una negligencia en el manejo del gas natural, por parte de personal de esta empresa. Bernandino aceptó acompañarme a la reunión con los vecinos, finalmente, la empresa Fenosa nos había tachado de “mentirosos”. No me sorprendía, pues cuando publiqué ese artículo, el español y CEO de la empresa en México, Ángel Larraga Palacios, ya lo había hecho en una carta enviada a este diario, en su momento.

Al llegar a la reunión con los vecinos de la Miguel Hidalgo, nos encontramos con que varios de ellos le preguntaban a la delegada Gálvez y la empresa si contaban con un seguro que se hiciera responsable ante cualquier tragedia. Para sorpresa mía, y de todos, la delegada actuaba como “abogada” de los intereses de los empleados de la empresa de gas natural. Trataba, a toda costa, de convencerlos de que el gas natural era una maravilla, que deberían dejar trabajar a la empresa, y que por supuesto que, en caso de que hubiera una explosión, se harían cargo de todo.

Uno de los vecinos cuestionó a la empresa si ya se habían tenido alguna experiencia de alguna explosión, y si se había hecho cargo. El empleado de la empresa Fenosa, de inmediato citó el caso de la explosión de Coyoacán, afirmando que se habían hecho cargo de todo. En ese momento, decidí tomar la palabra y preguntarles a los de la empresa de gas natural y a la Delegada si conocían el artículo publicado en Excélsior sobre ese caso, y sobre todo los artilugios y mañas legales que sostiene Fenosa en nuestro país, para no hacerse responsables y pagar en caso de una explosión y tragedia, donde se perdieran vidas. Me contestaron que no sabían nada, siendo que ellos mismos habían tachado anteriormente a mi artículo periodístico como “falso”.

En ese momento, me presenté como la periodista que había escrito el artículo y le di la palabra a mi amigo Bernardino “N” para explicara cómo la empresa de Gas Natural Fenosa no se había querido hacerse responsable del pago de los daños que sufrió por la pérdida del patrimonio y de la vida de su madre, y de las casas de los vecinos. Es más, durante el juicio, la abogada de la empresa española, Olivia Garza de los Santos, ex diputada local y consejera panista, curiosamente, del mismo partido en el que milita la delegada de la Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, literalmente le robó a mi amigo las escrituras originales de la casa de su madre, que eran prueba fehaciente para el mismo, en el ánimo de no pudiera presentar dicha prueba, y que fuera una causal para perderlo.

Sin embargo, no contaban con la astucia que Bernardino es maestro de derecho penal, juicios orales en el INACIPE, y que fue Fiscal en la Ciudad de México y delegado de la PGR en Tabasco. De no haber sido por su pericia y experiencia, quizá hubiera perdido el caso, pues las artimañas de los empleados de la empresa de gas natural, rebasan cualquier cosa imaginable.

Una vez que Bernardino les explicó a los vecinos de la Miguel Hidalgo la realidad que existe detrás de la empresa española en México, los vecinos increparon a la delegada Gálvez, quien mejor optó por quedarse callada ante la realidad que había escuchado. Xóchitl Gálvez esa noche no sólo actuó sin conocimiento de causa, sino que erró en defender a una empresa que en esta país ha violado las normas, que no cumple con el marco normativo que regula el sector de gas natural, y que sostiene prácticas indebidas, sin que exista ninguna sanción por parte de la autoridad. Desgraciadamente, eso lo veremos cuando suceda una verdadera tragedia, cuando haya una explosión, cuando haya muertos, una bomba de tiempo.

Y no es que me oponga al uso del gas natural, sino que me opongo a que los de la empresa Fenosa les mientan a los vecinos, les digan que se harán cargo, siendo que el seguro que tienen contratado apenas alcanza los 14 millones de pesos. Es decir, en caso de que hubiera una explosión y se vieran afectadas 20 familia, entre ellas se dividiría ese monto. Y eso en el supuesto de que la empresa reconociera la explosión, y no echara andar toda la maquinaria legal que tienen diseñada para no hacerse cargo.

Esa noche, los vecinos de la Miguel Hidalgo acordaron que no permitirían a la empresa de gas natural seguir con las ranuras en las calles para poner sus instalaciones. Ese acuerdo lo escucharon la delegada Gálvez y los de la empresa. No había pasado una semana, cuando los empleados de Fenosa regresaron a la colonia a seguir trabajando. El mismo vecino que me invitó a la reunión, los increpó que estaban violando el acuerdo que habían llegado los vecinos de no querer gas natural en su colonia. El operador de la empresa, de forma prepotente, aventó a Diego “N” la ranura dora, lastimándolo. De inmediato los vecinos llamaron a su padre, para avisarle lo que había ocurrido. Al llegar el padre en su automóvil, otro de los empleados se colocó atrás de su automóvil, aventándose a propósito, cuando éste se echaba en reversa. De inmediato empezó a gritar que estaba herido.

Para no hacer el cuento largo, llamaron a la policía. Uno de los elemento llegó y detuvo al padre de Diego, subiéndose de forma ilegal a su automóvil y llevándolo a dos agencias del Ministerio Público donde querían levantarle cargos por “portación ilegal de armas”. Diego y su padre, me narraron cómo los del MP, las autoridades de la delegación están supuestamente coludidos con los de la empresa, pues los retuvieron por varias horas. Siendo el seguro del automóvil del padre de Diego ofreció cubrir cualquier atención al empleado de Fenosa, pero éste lo rechazó.

Hoy los vecinos de la colonia Argentina están de guardia y vigilantes para no dejar entrar a los de Fenosa a su colonia. La delegada Xóchitl Gálvez violó el acuerdo de parar las obras; los de la empresa, una vez más, quisieron amedrentar y utilizar artimañas ilegales para amenazar a los vecinos. Si México fuera España, Gas Natural Fenosa ya acumularía cientos de multas, y quizá hasta el cierre de la empresa, pero esto es México, donde ellos son los dueños y reyes, donde mandan, donde las autoridades son solamente lacayos, donde violan la ley, donde la voluntad y democracia de los habitantes no importa. ¿Cuándo cambiará esta situación?, quizá cuando ocurra una tragedia mayor, quizá cuando deban de morir algunos por la causa. Al tiempo, esto es una bomba de tiempo (sic).

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

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